¿No eres músico y lo que buscas son consejos para emprender? ¿No sabes nada de música? No te has equivocado de nota: El emprender es igual que componer música. Te estarás preguntando por qué. Pues bien, por varias razones. Permíteme explicarte.

1. La idea.

En primer lugar, para componer una melodía, primero hay que tener un concepto o una idea musical. ¿Qué idea quieres plasmar? ¿Qué emociones le quieres imprimir? ¿Qué quieres transmitir?. Hablando de emprender: ¿Qué problema estás solucionando? Recuerda: las ideas pueden no ser únicas, pero la visión y la ejecución sí lo son.

2. La planeación.

Después, es hora de aterrizar el concepto que existe hasta ahora sólo dentro de tu cabeza y colocarlo en el mundo real.

Ya tienes una idea de tu propia canción, pero ¿qué tonos vas a usar? ¿altos? ¿bajos? ¿qué instrumentos ocuparás? ¿Será una melodía de rock, de blues o instrumental? Y si hablamos de emprender: ¿Cómo se hará? ¿Qué pasos tienes que seguir? ¿Qué factores intervienen? ¿Requieres investigar? ¿Requieres aprender algo? Es decir, ¿cómo planeas ejecutar tu idea?

Recuerda: Una buena planeación te ahorrará muchos problemas, pero NUNCA detengas la ejecución por un exceso de planeación.

3. La ejecución.

Una vez que has decidido tu melodía y sabes cómo la ejecutarás, es hora de buscar a quienes te ayudarán a interpretarla. ¿Ya decidiste que llevará una guitarra eléctrica? Intenta conseguir al mejor guitarrista para interpretarla. ¿Tu melodía necesita de un violín?

Consigue al mejor intérprete de violín que puedas encontrar. Y no me refiero a contratar a Slash o a André Rieu, sino a aquella persona que mejor entienda y comulgue con el concepto que quieres transmitir y que sepa extraer las mejores notas a su instrumento para lograr el mejor efecto en la interpretación.

Si hablamos de emprender: Toma en cuenta que tu equipo de trabajo hará toda la diferencia cuando las cosas vayan mal. Recuerda: Preferible una mala idea y una excelente ejecución que una excelente idea y una mala ejecución.

4. No tengas miedo.

Para finalizar, muchas personas se preocupan de que alguien más les robe su idea genial de negocio, pero no se dan cuenta que la idea o concepto en sí no es ni siquiera una fracción del camino a recorrer.

Es como si le quisieras explicar a alguien la tonada de la canción que lleva todo el día pegada en tu cabeza. Sólo tú puedes visualizar esa idea a tu manera, sólo tú puedes ver qué esperas de ella, sólo tú puedes ver el futuro de tu idea y sólo tú podrás interpretar esa idea. Nadie más.

Aún cuando alguien más intente ejecutar la misma melodía, esta no resultará con el tono correcto, con los instrumentos adecuados o a la velocidad justa. Sólo tú la podrás tocar perfecta.

5. Disfruta.

Ahora sabes por qué emprender es componer una melodía. Una compleja melodía. ¡Disfruta tu concierto!