¿Piensas que necesitas talento para ser bueno en algo o crees que de plano no tienes talento? Hablemos de Mozart. ¿Qué opiniones hay de él? Era magnífico, especial, fuera de serie, irrepetible, con gran talento, brillante, espléndido, formidable, etc. Seguramente estos y algunos otros son los adjetivos en los que pensamos al mencionar a Mozart, ese grande de la música clásica.
Para muchos, Mozart ha sido uno de los genios más sobresalientes en la historia de la música. Y me pregunto ¿cómo lo logró? Bueno -me dirás- es obvio que nació con un GRAN talento. El tipo componía sinfonías desde los 8 años de edad. Cierto. Completamente cierto. Pero como casi todo en esta vida, eso es sólo parte de la historia.
Revisemos algunos datos de Mozart. Se dice que si una persona se dedicara a transcribir toda la obra de Mozart, diariamente durante 10 horas, tardaría casi 25 años en completarla. Mozart murió a los 35 años.
¿Conoces a Michael Phelps, el famoso campeón de natación norteamericano? Comenzó a nadar a los 7 años. Entrena entre 3 y 6 horas diarias en la alberca los 7 días a la semana.
No estoy diciendo que para llegar a ser genial en una actividad hay que empezar a los 7 años, ni tampoco estoy diciendo que debes nacer con más talento que los demás. Lo que intento decirte es que si quieres ser genial en algo -realmente genial-, debes ENTRENAR. La habilidad siempre vence al talento y la habilidad nace de la práctica constante. Permíteme repetirlo: La habilidad nace de la práctica constante.
Es cierto que cada quien tiene una serie de talentos innatos que nos hacen destacar en ciertas actividades. Pero si no cultivamos, motivamos y entrenamos esos talentos, nunca pasaremos de ser “buenos”. Así a secas. Se considera que para que alguien alcance el nivel de “genialidad” en alguna actividad, requiere de haber entrenado por lo menos 10,000 horas esa actividad. No menos. Ahora dime: ¿quieres ser un matemático genial? ¿quieres ser un gran deportista? ¿quieres ser un GM en ajedrez? ¿Quieres escribir esa novela genial? ¿Cuántas horas estás practicando al día?
Ser bueno en algo cuesta esfuerzo, ser excelente requiere muchísimo trabajo, ahora imagínate ser considerado un genio. Las matemáticas no mienten. Mientras más horas de esfuerzo, dedicación y práctica inviertas en esa o esas habilidades que quieres desarrollar, mejor te desenvolverás en ellas.
Simplemente elige en qué te quieres desarrollar y toma acción. Haz de esa acción algo diario. Haz de eso una rutina y aprende más de esa acción. Practica y equivócate. Intenta cosas nuevas. Experimenta. Vuelve a equivocarte. Aprende y evoluciona. Sólo de esa manera, lograrás sobresalir en esa actividad que te llevará a lograr tu meta.
Y recuerda: Todo éxito comprende de 1% inspiración y 99% transpiración.