¿Has sentido como que no avanzas en algo? ¿Te sientes atascado en algún tema y sientes que te hace falta motivación? Puede que no sea así. Sigue leyendo, por que no eres el único.
A veces, creemos que los planes que tenemos a largo plazo se lograrán con base a trabajo fuerte y mucha, mucha motivación. Que debemos cada día despertarnos con esas ganas de lograr nuestras metas y que cada uno de los días, debemos estar muy motivados, para poder alcanzar todo aquello que queremos lograr.
Pero no es así. Déjame te cuento más.
Nos han hecho creer que todo lo que queremos lograr se puede, si es que no pierdes la motivación. La verdad es otra. La realidad es mucho más mundana. Y aquí está el secreto: No necesitas estar motivado todo el tiempo.
No me mal entiendas, la motivación es importante en cierto momento, como cuando estás decidido a realizar un cambio en tu vida, a iniciar un hábito o a comenzar algo nuevo. Pero también, debes estar consciente que la motivación probablemente no esté ahí todos y cada uno de los días que se requieren para lograr aquello que estás buscando lograr.
La realidad es que lo que necesitas por sobre estar motivado, es ser constante. La constancia es lo que te llevará al siguiente nivel. Debes saber que una vez que haz tomado una decisión, la constancia es la que te ayudará a terminar tu proyecto o meta.
Sin la constancia, la motivación se quema en pocos días.
Así, debemos ser capaces de ser constantes incluso en los días en que no nos sentimos motivados, en que faltan las ganas de hacer lo que debemos hacer, cuando no nos sentimos bien, cuando no encontramos el tiempo o incluso, cuando nuestro cerebro nos dice que tiremos la toalla. La constancia siempre debe estar presente.
Finalmente, nunca está de más buscar motivación en los resultados obtenidos o en la meta final, pero toma en cuenta que la motivación probablemente se termine en algún momento o aparezca y desaparezca sin razón alguna. Pero si ya tomaste tu decisión, entonces debes acudir a la constancia.
Ahora ya conoces el único secreto para completar tus metas. Deja de buscar motivación externa y haz lo que tienes que hacer, sin importar si tengas ganas o no.